HISTORIA Y ECONOMÍA DE ESPAÑA

Hablar de la Historia de España supone hablar de la historia del mundo. Siendo mayor o menor la participación de nuestro país en la política y economía internacional a lo largo de la historia, podemos afirmar que, aún en un tiempo donde no existía la globalización tal y como la conocemos hoy, las decisiones y acontecimientos que tenían lugar en España, afectaban al resto del mundo. 

Desde finales del siglo XV, siendo un importante punto de inflexión el descubrimiento de América, la Economía española se convierte en la base del resto de las Economías mundiales, no solo por el peso de la Corona de Castilla, la más importante de Europa, sino también por la enorme cantidad de riqueza generada por América.

Coronas en la Península Ibérica S.XIII - XIV
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El poder y la riqueza conllevan la aparición de envidia y el deseo de quienes no las tienen por hacerse con ellas, siendo esto un problema permanente a tener en cuenta para, en este caso, España, aún estando el verdadero problema, no en la envidia de las otras potencias, sino en la existente dentro del mismo territorio español, a causa de la repartición tan desigual de los beneficios y riqueza, lo cual se vincula a un cierto egoísmo de quienes se encuentran en mejor posición, quienes no quieren perder sus privilegios y no les importa a quien deban perjudicar por conseguirlo.

Ya desde sus orígenes, España estuvo fragmentada en lo que se ha denominado como ``Monarquía Compuesta´´, formada por varias Coronas, Coronas dirigidas por diferentes personas, con diferentes ideologías y formas de gobierno. Con el comienzo del Imperio, que iba desde las colonias americanas hasta las posesiones en el Sacro Imperio, la división fue aún mayor, pues España se había convertido en una combinación de territorios, culturas, gobiernos y personas muy diferentes entre sí. 

Todo esto contribuyó a que la unidad de España desapareciera y, siendo todos sus habitantes españoles, un español de las colonias no tenía la misma consideración que uno de la península, que a su vez era distinto a un ciudadano de Flandes.

La Península, metrópoli del Imperio, gozaba de todos los beneficios económicos y el poder emanaba de la misma.

El tiempo pasaba y el mundo cambiaba. España, poco a poco, dejaba atrás una época y entraba a formar parte de un nuevo mundo, en el cual su importancia y poder internacional disminuiría en gran medida. La industria y las mejoras tecnológicas se hicieron con los mercados y, de la misma manera, aquellos que las poseían se convirtieron en las nuevas potencias del momento. Dentro del territorio español, País Vasco y Cataluña fueron estos focos de industrialización.

Entendiendo este acontecimiento, sumado al egoísmo del cual hemos hablado antes, podemos ser capaces de encontrar una posible explicación o parte del por qué hacia los actuales nacionalismos vasco y catalán; pues ya teniendo antecedentes históricos y culturales que alejaban a estos dos territorios del resto del país, el hecho de convertirse en las zonas más ricas e industrializadas de España, generaron para estas comunidades unos cuantiosos beneficios económicos, los cuales preferían no saliesen del propio territorio, del cual se sentían más orgullosos que de la misma España en su conjunto. Sabiendo todo esto, podemos encontrar una explicación a la creación de los derechos forales y, yendo más allá, a la aparición de grupos independentistas, que se centran en los logros pasados y presentes de sus comunidades para defender estas ideas.

La España en la que vivimos, viene a ser una clara muestra de aquellos puntos por donde el comercio dejó su rastro con el paso de los años, lo cual variaba en función de los productos, avances, industria, gobiernos; la Economía adoptada durante la República, no tenia nada que ver a la de la Dictadura y esta tampoco a la de la Transición, de la aparición de nuevas empresas, las personas, etc. El lugar donde el mercado se posicionaba pasaba a convertirse en el centro de la Economía española. Las ciudades se fueron desarrollando, eso sí, unas más que otras y las que tuvieron la suerte de contar con avances en métodos y tecnología y fueron capaces de aprovecharlo, son las ciudades que prosperaron, mejoraron y evolucionaron y ahora son parte importante de nuestro país. Las que no tuvieron esta suerte, siguieron dedicándose principalmente a la agricultura y la ganadería, las que, aún contando con las nuevas tecnologías, se encuentran muy por detrás de aquellas que cuentan con las industrias.

Siendo un todo, España cuenta con una diversidad cultural de las más grandes del mundo y eso, a pesar de ser un privilegio, ha supuesto un problema en muchas ocasiones para la unidad del país, que, con sus más y sus menos, en buenas y en peores, ha llegado a ser el país que conocemos en este tiempo en el que vivimos, país que por su historia sigue siendo un nombre conocido y admirado en el mundo entero, razón por la cual, sea uno de los países más visitados y el turismo sea una de sus principales fuentes de ingresos, sobre todo en el sur y en la costa mediterránea. 

La Economía es una de las fuerzas que mueve en mundo y sin duda, en estas pocas líneas, creo se deja claro que no solo mueve el mundo, sino que lo ordena y en gran parte, de esta dependen todos los países que forman parte de él, países que son lo que son y serán lo que lleguen a ser, según la Economía lo dicte y en la medida en que sepan utilizarla y ponerla a su favor. 




Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Espa%C3%B1a
http://www.fes-sociologia.com/files/congress/10/grupos-trabajo/ponencias/642.pdf
https://www.eleconomista.es/firmas/noticias/8648654/10/17/POLITICA-Y-ECONOMIA.html